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Sabiduría espiritual

6 Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia.
7 No seáis, pues, partícipes con ellos.
8 Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz
9 (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad),
10 comprobando lo que es agradable al Señor.
11 Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas;
12 porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto.
13 Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es lo que manifiesta todo.
14 Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, Y levántate de los muertos, Y te alumbrará Cristo.
15 Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios,
16 aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.
17 Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.
La vida es una serie de decisiones. La mayoría de ellas son pequeñas y parecen intrascendentes, mientras que otras podrían cambiar el curso de nuestra vida. Ya se trate de decisiones grandes o pequeñas, debemos saber cómo tomar decisiones sabias, alineadas con la voluntad de Dios.
Nuestra manera de pensar se limita a lo que nuestras mentes finitas pueden percibir y comprender. Confiar en nuestra evaluación de la situación y en las posibles opciones, podría desviarnos de la voluntad del Señor.
La sabiduría espiritual requiere la perspectiva correcta, así como la acción apropiada; es decir, busca alcanzar el punto de vista del Señor y reaccionar de acuerdo con los principios bíblicos. Tal sabiduría pregunta: ¿Cómo interpretaría Dios estos hechos? ¿Qué querría que yo hiciera? Luego responde estas preguntas, basadas en la verdad de la Palabra de Dios. Por eso es muy importante familiarizarse con las Sagradas Escrituras. Ahora es el momento de prepararse para futuras decisiones. Si leemos y estudiamos la Biblia cada día, adquiriremos una base sólida para tomar decisiones sabias, porque entenderemos lo que agrada y desagrada a Dios.
El Señor también nos ha dado su Espíritu Santo como guía y capacitador. Nos da entendimiento de las Sagradas Escrituras y dirección sabia, nos convence cuando nos desviamos al pecado, y nos da poder para obedecer los mandamientos de Dios.
Todo lo que necesitamos para vivir con sabiduría ha sido provisto por el Señor, pero nos corresponde aceptarlo. La autosuficiencia siempre nos alejará de la voluntad de Dios, mientras que la obediencia nos hará sabios