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¿Podría Dios usarle?


Éxodo 3.1-12


1 Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios.

2 Y se le apareció el Angel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía.

3 Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema.

4 Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: !!Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí.

5 Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es.

6 Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios.

7 Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias,

8 y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo.

9 El clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido delante de mí, y también he visto la opresión con que los egipcios los oprimen.

10 Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel.

11 Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel?

12 Y él respondió: Ve, porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte.


¿Quiere ser usado por el Señor? Espero que sí, porque esa es su voluntad para cada creyente. Como vimos la semana pasada, Efesios 2.10 dice que Dios nos creó en Cristo para hacer las buenas obras que planeó para nosotros de antemano. Si vamos a serle útiles, hay tres preguntas que debemos considerar:


¿Quién es Dios? En Éxodo 3, el Señor utilizó una zarza ardiente para llamar la atención de Moisés (Ex 3.2), y luego se le presentó como el Dios de sus antepasados (Ex 3.6). El futuro liberador de los esclavos hebreos necesitaba conocer la identidad de Aquel que lo llamaba al servicio. De la misma manera, debemos estar seguros de que estamos sirviendo al único Dios verdadero. De lo contrario, todos nuestros esfuerzos y sacrificios serán en vano.


¿Quién soy? Una vez que Moisés supo quién era Dios, se sintió abrumado por su propia insuficiencia, y le preguntó: “¿Quién soy?” (Ex 3.11). El Señor usa personas humildes que lo reverencien. Aunque Moisés sabía que era incompetente para la tarea, Dios le dio confianza, diciendo: “Ciertamente estaré contigo” (Ex 3.12).


¿Por qué estoy aquí? Dios le dijo a Moisés que su obediencia a la tarea culminaría en adoración (Ex 3.12). Romanos 12.1 dice que adoramos a Dios cuando nos ofrecemos como sacrificio vivo. En otras palabras, nos entregamos por completo al Señor para que pueda usarnos para su gloria. Existimos para glorificarle por medio de la manera como vivimos, hablamos y amamos.


Servir al Señor no es algo que ideamos y planificamos. No tiene nada que ver con nuestra voluntad, solo requiere que lo conozcamos y nos sometamos al Padre celestial, mientras confiamos con humildad en su poder para hacer su voluntad y para su gloria.

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