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El peligro de refrenar la verdad

18 Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad;
19 porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó.
20 Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.
21 Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.
22 Profesando ser sabios, se hicieron necios,
23 y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.
¿Alguna vez se ha preguntado por qué algunas personas muy inteligentes son exitosas según los estándares del mundo, pero son incapaces de comprender las verdades más importantes acerca de Dios? Aunque la humanidad fue creada para reconocer al Señor y relacionarse con Él, muchas personas niegan su existencia.
Dios se ha dado a conocer de una manera evidente, y ha revelado sus atributos y su naturaleza divina por medio de su creación. Sin embargo, muchas personas eligen negar esta realidad porque representa un estorbo para su estilo de vida. En vez de eso, corren tras falsas filosofías que se mezclan con medias verdades para parecer creíbles. Pero cualquier “verdad” fabricada por el hombre es una insensatez, y quienes han rechazado la revelación divina no podrán ver su error, no importa cuánta evidencia se les haya proporcionado.
Todos los argumentos ateístas del mundo no cambiarán la verdad, es decir, de que Dios es el Creador, y que concibió a la humanidad para que lo ame, lo obedezca y lo honre. Resistir es elegir una vida de tinieblas y engaño, que comienza con un deslizamiento gradual que termina en un corazón endurecido y una separación eterna de un Padre amoroso.
Pero Dios sigue invitando a las personas a creer la verdad y venir a Él. Esta es la única manera de recibir el evangelio, que es capaz de salvar las almas. En el Salmo 34.8, David clama: “Gustad, y ved que es bueno Jehová”. Y para aquellos que han aceptado sus revelaciones, el Señor es, de hecho, mejor que todo lo que este mundo pueda ofrecer.